sábado, 24 de noviembre de 2012

Mis motivaciones

     ¿Cual fue mi motivación para hacer este grado superior?
     Desde que terminé el bachillerato, tenía muy claro que quería dedicarme a algo que tuviera relación con los medios de comunicación. Siempre me han encantado. Me ha gustado mucho la televisión, el cine, el hecho de estar sentada en el sofá de mi casa y pensar en lo que estaba pasando detrás de las cámaras de un programa de televisión. O cómo sería el rodaje de una película. Por este motivo decidí hacer la carrera Comunicación Audiovisual. Llegué con muchas ganas a la universidad, sin saber realmente qué era lo que me iba a encontrar. Iba pasando un año, y otro, y otro... y a mí me seguía faltando muchísima formación práctica en la carrera. Llegué a 4º sin apenas tocar una cámara de vídeo. Los medios son muy limitados y los grupos de prácticas demasiado numerosos para tan pocos medios. Por esta razón, cuando estaba en el último año de carrera, barajé las distintas posibilidades que tenía para seguir mi formación cuando acabara mis estudios universitarios. Estaba la opción de hacer un máster, pero pensé que, hoy en día, todo el que termina una carrera y se lo puede permitir hace uno, por lo que no iba a hacer nada distinto a los demás, y en la actualidad, cuanto más distinto seas del resto, mejor. Esa opción la descarté, por ese motivo y porque tampoco vi ninguno que realmente me llamara la atención. Por otro lado, tenía la opción de hacer el grado superior de Producción en Cesur. Estuve mirándolo e informándome, pero el precio se disparaba demasiado. Mi familia ha estado 4 años de carrera pagando unas matrículas muy caras y, a no ser que fuera totalmente necesario, quería darle un poco de respiro a mis padres. Me enteré que ese mismo grado superior se impartía en Marbella en un instituto público, pero también me saldría muy caro, el hecho de tener que alquilarme un piso allí, porque ir y volver todos los días Marbella-Málaga creo que me habría salido incluso más caro. El grado superior de imagen lo conocí por un par de amigas que ya lo habían cursado antes de hacer la carrera. Me habían hablado maravillas de él. Se aprendía muchísimo, había mucha práctica (que era lo que yo estaba buscando) y se daba fotografía y vídeo. ¿Qué más puedo pedir? Ambas cosas me gustan mucho, aunque he de reconocer que el cine me apasiona, incluso más que la fotografía. Por este motivo, decidí hacerlo. Se impartía en un instituto público, que era lo que yo buscaba por el tema económico, y además tendría prácticas, que era lo que más quería para ampliar mis conocimientos. 

      ¿Qué me impulsa a seguir en el grado superior?
     Es cierto que mucho de lo que estamos dando, sobre todo en las clases teóricas, ya lo he dado en la carrera. Pero no tiene nada que ver. Las clases son mucho más reducidas y los profesores mucho más cercanos. Por eso no me importa volver a dar el mismo temario, más que nada porque sé que eso serán los primeros temas, y que más adelante daré muchísimas cosas nuevas. Lo que realmente me impulsa a seguir en él es todo lo que estoy aprendiendo en cuanto a formación práctica. Tenemos todas las semanas 9 horas de fotografía, en las cuales no soltamos la cámara en ningún momento. Tenemos prácticas de iluminación, en las que estamos 3 horas seguidas en un plató, rodeados de focos e incluso con un andamio. Esas cosas no las tuve nunca en la carrera, y es el principal motivo por el que me está encantando lo que estoy haciendo. 
     Otro motivo, y creo que igual de importante que el anterior o incluso más, son mis compañeros. He tenido una suerte inmensa de encontrar una clase como la que he encontrado. Nos llevamos todos a la perfección. Somos un sólo grupo de 30 personas. Siempre estamos todos juntos, y eso en la carrera lo he echado en falta. Las clases eran muy numerosas y había muchos grupos, cosa totalmente lógica en clases de casi 100 personas. 
    También me hace continuar con muchas ganas el hecho de saber que el año que viene haré las prácticas de empresa. Por fin voy a estar en contacto con el mundo de la comunicación, que es lo que siempre he querido. 
    Creo que esos son los tres motivos fundamentales por los que no me cuesta en absoluto ir a clase todos los días. La formación práctica que estoy adquiriendo, mis compañeros y la ilusión por hacer las prácticas de empresa el próximo año. 

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