lunes, 11 de febrero de 2013

Clase 7: 4-2-2013

Como ya hemos hablado en varias ocasiones, uno de los elementos más importantes de una empresa es la COMUNICACIÓN. Pero no sólo la comunicación entre los trabajadores. La comunicación con el cliente, con el público, es incluso más importante.
Todo negocio necesita ponerse en contacto con sus clientes de alguna manera, ya sea para dar a conocer sus ofertas, sus precios o simplemente para dar a  conocer la propia empresa o negocio entre todos los consumidores. Para ello se emplean diversas formas de comunicación. Hay empresas que prefieren hacer llegar sus noticias y ofertas a través de su página web; otras a través del periódico; hay algunas que prefieren la radio, e incluso hay empresas que se comunican sólo a través de flyers o folletos que se reparten por la calle.
Cada empresa escoge el que más le convenga de acuerdo a su actividad, pero también se tiene muy en cuenta el precio del medio ya que, por ejemplo, la publicidad en prensa tiene un elevado coste. Dicho precio depende siempre de la tirada del periódico. Claro está, no cuesta lo mismo un anuncio en el ABC o en EL PAÍS que en el 20 minutos, que es gratuito. Las personas tendemos a "hacerle menos caso" a aquello que nos regalan gratuitamente, por lo que un anuncio en un periódico gratuito siempre va a ser más económico. Tendemos a valorar más aquello por lo que pagamos. 
Por otro lado, en la radio, por ejemplo, el mensaje es totalmente distinto. Se prescinde por completo de la imagen, por lo que hay que enfatizar mucho las palabras para que ese anuncio o esa oferta llegue al mayor número de personas. 
Relacionado con esto, es importante mencionar que las empresas tienen determinadas formas de comunicación con el cliente, por ejemplo, para vender determinados productos. Pongo un ejemplo para explicar esto. En todos los supermercados, hay productos que están cercanos a la fecha de caducidad. Para venderlos pronto, los comerciantes SIEMPRE los ponen en oferta. Esto hace que el consumidor se sienta atraído por el producto sólo por el precio. El cliente es totalmente consciente de ello pero, aun así, adquiere el producto sabiendo que tendrá que consumirlo rápidamente. Lo que interesa es el ahorro. 
Otro ejemplo relacionado con esto es que en todos los supermercados, por ejemplo, los productos más antiguos y con la fecha de caducidad más cercana son colocados en las primeras filas de las vitrinas para que el cliente los compre antes que los más nuevos. 
Todas estas formas de comunicación, y muchas más, son las que convivimos habitualmente. De algunas somos más conscientes que de otras, pero continuamente nos están bombardeando con publicidad sobre una nueva empresa, un nuevo bar u ofertones que son difíciles de rechazar por el cliente. Así es como sacan rentabilidad las empresas, ya sean grandes, medianas o pequeñas empresas.

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