viernes, 20 de septiembre de 2013

Clase 1: 19-9-2013

En esta asignatura, empezaremos hablando de la legislación laboral y de la relación laboral. 
Es muy importante distinguir entre el trabajo por cuenta ajena y por cuenta propia. Según el artículo 1 del Estatuto de los trabajadores, el trabajador por cuenta ajena es "aquel que trabaja bajo la dirección y organización de un empleador o empresario". Por tanto, depende por completo de otra persona a la hora de realizar su trabajo y su trabajo siempre estará supervisado por algún superior. 
Por otro lado, están los trabajadores por cuenta propia, también llamados autónomos. Es una figura adecuada para pequeños negocios o empresas, que no necesitan de grandes aportaciones económicas. Puede trabajar una persona sola, sin necesidad de socios, aunque puede tener a personas trabajando para él. De esta manera, la gestión de la empresa o el negocio dependerá del propio empresario. 

Lo fundamental a la hora de empezar a trabajar, ya sea por cuenta propia o por cuenta ajena, es estar dado de alta en la seguridad social. Los trabajadores por cuenta propia, los autónomos, lo hacen a través del RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos). El propio trabajador será el ingrese mensualmente la cuenta de la Seguridad Social. 
Por otro lado, los trabajadores por cuenta ajena deben darse de alta en el Régimen General. En este caso, dependemos de una empresa y es ésta la que ingresa las cuotas de la Seguridad Social en nombre del trabajador. 

Debemos distinguir que cuando una persona trabaja por cuenta propia, lo que obtiene son beneficios. Por otro lado, cuando se trabaja por cuenta ajena tenemos un sueldo. No tiene nada que ver, ya que los beneficios dependerán de las ventas o servicios que hayas hecho durante ese mes de trabajo. Por el contrario, se considera que el sueldo es algo que se tendrá todos los meses, independientemente de las ventas que la empresa haya tenido. 
Y aquí es donde surge un debate: ¿se debe vincular el sueldo a los beneficios? En mi opinión, sí. Siempre se ha sabido que cuando un empleado trabaja a comisión se esfuerza mucho más en vender y en ser amable con los clientes. Esto es un ejemplo muy básico de que sería conveniente vincular beneficios y salarios. Además, en mi opinión, esto motiva mucho más al trabajador, ya que existe un esfuerzo mayor por realizar bien su trabajo. De esta manera, ambas partes saldrían beneficiadas, tanto el trabajador (porque cobraría más) como la empresa (ya que sus ingresos serían mayores). Por otro lado, cuando la empresa marcha bien, tiene unas ventas considerables y un número importante de clientes, el trabajador tendrá un salario acorde a sus ventas, pero si han bajado las ventas por cualquier motivo el trabajador debe ser consciente de que no hay fondos suficientes para mantener su sueldo inicial, por lo que cobrará menos. Creo que esto es conveniente para ambas partes, trabajador y empresa, ya que habría mucho menos conformismo y las personas trabajarían con muchísimos más interés. En cierto modo, el trabajador actuaría como si fuera "socio" de la empresa, ya que su sueldo dependería de los beneficios. Se vería mucho más implicado en su trabajado y con mucha más motivación. 

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